Tus objetivos, tus secretos.

cerebro

Comenzábamos el año diseñando los nuevos proyectos que íbamos a hacer. Muchos de estos proyectos eran incluso los mismos de años pasados: dejar de fumar, hacer más deporte, pasar más tiempo con la familia, aprender inglés,….

También a mitad de año te surgen nuevas metas que emprendes con entusiasmo e ilusión. Demuestras tanta ilusión que se lo cuentas a toda la gente de tu alrededor por ejemplo a amigos, vecinos y a la familia. Normal ¿no?

Dicen que es bueno contar el objetivo que deseas realizar a la gente que rodea porque al hacerlo público te comprometes con ese objetivo y te esfuerzas más en realizarlo ante la expectativa de comunicar que has fracasado al intentarlo.

Pues parece que hacemos mal al contar al público nuestros objetivos. Resulta que no hay que contarle a nadie nuestros objetivos. La explicación es que hicieron estudios que dieron como conclusión que las personas que contaban sus intenciones en público de hacer un proyecto, ya rebajaba su probabilidad de darlo por finalizado.

La explicación viene porque si haces pública la intención de conseguir alguna meta, tu cerebro te está escuchando (nuestros mayores enemigos podemos ser nosotros mismos) y entiende que ya tienes el proyecto en marcha con lo que no se esfuerza igual que si estuvieras convencido y motivado como para emprender un proyecto desde cero. Que pones menos esfuerzo en conseguirlo.

El cerebro entiende que ya estás consiguiendo tu meta (se crea una falsa ilusión) cuando ni siquiera has empezado y hacemos menos esfuerzo en conseguir la meta. Se ha comprobado que separando a la gente en dos grupos, entre los que han hecho público sus objetivos y los que los han mantenido en secreto, el grupo de personas que lo han hecho público creen que han conseguido más de lo que realmente han hecho creyéndose que están más cerca de lograr sus objetivos que el grupo que lo ha mantenido en secreto cuando en realidad los dos grupos se encontraban a la misma distancia de conseguirlos.

Los que lo hicieron público se crearon la falsa ilusión que habían progresado más que aquellos que lo habían mantenido en secreto.

Cada vez que le cuentas a alguien tus planes, te está restando motivación y te alejas de conseguir tu meta. Lo que reduce tu compromiso

Cuando estás narrando al público la meta que quieres conseguir, creas esta falsa ilusión y al sentir satisfacción al narrarlo, te ves con parte del camino ya recorrido.

«El cerebro confunde el decir con el hacer”

ObjetivosPasados

Contar lo que planeas disminuye tu motivación

Por tanto, el hacer públicas nuestras metas tiene precisamente el efecto contrario de lo que queremos conseguir.

Si realmente estás comprometido con lo que quieres lograr, probablemente sea mejor mantener tus objetivos en secreto.

Os dejo un enlace de la exposición que hizo Derek Sivers en una conferencia TED en Oxford explicando por qué no hay que hacer públicas tus metas.

Ahora, mi opinión personal es que nos dejamos influenciar demasiado por estudios psicológicos y estadísticas. Cuando uno está motivado, dispone de suficiente energía como para llegar a la meta aunque se le pongan muchos obstáculos en medio. Cuando te has comprometido con un objetivo y actúas de forma honesta (esto es, no auto engañándote) lo mantengas en privado o no es indiferente. Una vez fijada una meta, mas fácil o más difícil, la alcanzarás sin importar comentarios negativos del exterior, baches del camino o los «pepitos grillos» de tu conciencia. A donde te diriges es a donde vas.

 

[ Imagen: «lapolab» via photopin cc ]

Un Repaso de GTD en 13 webs.

lapiz

Iniciarse en GTD o en Productividad Personal. Os voy a hacer pasar por, algunas, de las 13 mejores webs de productividad. Y 13 personas tras ellas. Todas estas webs son buenas pero no están todas.

Vamos a hacer un intensivo, un rápido, un fast track de GTD y Productividad. Para iniciarse en GTD…. y continuar.

Os facilito una serie de artículos que son de una calidad para mí impresionante. Leerse el libro de David Allen puede resultar aburrido para algunos pero ¿el leerse estos artículos? Gozareis.

1 – Iniciarte.

Lo primero es informarse qué es esto de GTD.

@bertop: Sistema GTD explicado cada uno de los 5 pasos y con ejemplos prácticos.

2 – Pensar si tienes ganas de meterte en Productividad.

@DanielGrifol: La motivación tiene que estar dentro de ti.

3 – Y comprometerte.

Ser productivo tiene un precio, ¿estás dispuesto a comprometerte?

@JeronimoSanchez: Tener disciplina y compromiso.

4 – Hacerte con el material imprescindible de Papel y Lápiz.

Solo los iniciados usan alguna aplicación informática. Yo considero importante iniciarse solo con papel y lápiz para coger la técnica de “como” apuntar notas. Os va a ser de gran utilidad para apuntar más adelante en vuestros móviles u ordenadores las tareas. Así distinguiréis qué tareas son importantes y cuales no merecen la pena apuntar, adquiriréis el hábito de soltar todo de vuestra mente (que siempre será mucho más fácil apuntarlo en papel que tirar por ejemplo de una aplicación en el móvil).

@ElCanasto: 9 razones para usar papel y lápiz

 5 – Recopilar y Procesar.

Después de seleccionar vuestras “bandejas de entrada” o “cestos”:

    • Hay que guardar todo lo que te interese fuera de tu cabeza. “La mente es buena para pensar pero pésima como agenda”.
    • Las bandejas de entrada tienen que ser las menos posibles.
    • Vaciar estas bandejas de entrada de forma regular.

@Marladif: Procesar en GTD.

6 – Organizar.

Tienes que contar con un Sistema de Organización fiable.

@JordiFortunyBad: Los 3 requisitos que debe cumplir un sistema de archivo.

7 – Revisar.

Realizar regularmente revisiones de tu sistema para cuestionar como van tus tareas.

@OptimaInfinitoLa importancia de la revisión semanal.

8 – Tener una serie de actividades que te mantengan productivo.

Del tipo de cuando usar la técnica Pomodoro, como evitar las interrupciones o cuando procrastinar.

@DavidTorne: Sistemas y Técnicas de Productividad

9 – Planificarte.

Del listado de cosas por hacer, decidir a qué te vas a dedicar y asignarle un tiempo.

@iago_fraga_tdo: La diferencia entre Planificar y Programar tareas.

10 – Y Priorizar.

@ajmasia: “Priorizar significa tomar la mejor decisión en cada momento”.

11 – Escucha a los que se iniciaron en Productividad antes que tú.

No se puede aprender sin escuchar y adaptar lo aprendido para coger lo que nos es útil. Lo de Personal que tiene la Productividad es para señalar que sólo es válido lo que a ti te funciona. Sin reglas prefijadas.

@Albarbero & @FacileThings: Conocer GTD para saber las mejoras que puede hacer a tu vida.

12.- Y tu vida cambiará.

Vas a interiorizar hábitos que, voluntariamente, te van a obligar a hacer cambios en tu entorno hasta provocar cambios en ti.

Llegará un momento en que adoptarás hábitos de sueño, de alimentación, de realizar ejercicio, de diseñar rincones en tu hogar para transformarlos en más útiles y confortables;  las viejas palabras Orden, Organización, hacer tu vida más simple o minimalismo adquirirán nuevos conceptos. Tu vida y el empleo del tiempo habrá cambiado.

@OmarBlogAR: Hábitos productivos que mejoran tu vida.

13 – Y os tocará explicar qué es esto de GTD.

Habéis adquirido una serie de hábitos nuevos que a la gente de vuestro alrededor le sorprenderá. Os tocará explicar que es esto de GTD. Buena suerte… la necesitas.

@alejandrovazque: GTD está entre la autoayuda y la Virgen de Lourdes.

¿Os he dicho que no están en este artículo recogidas todas las webs de Productividad que me parecen importantes su lectura? Un momento, ¿no recordáis si os lo he dicho? ¡Veis como la mente no es buena recordando cosas! Empezad con GTD ya.

Ahora es cuando pido que si os ha gustado este artículo fresco de verano me lo compartáis en las redes sociales o me pongáis algún comentario porque ¿no seréis capaces de haberos leído el artículo completo y después dejar la página sin dejar rastro? ¿eres de verdad capaz?

[Imagen: pierre pouliquin via photopin cc]

Miedos: El Despreocuparse como hábito de vida.

Hablaba la semana pasada que hay dos hábitos de vida que considero fundamentales retomar que son la reflexión y la despreocupación.

La reflexión nos permite planificar mejor nuestra vida al analizar y cuestionarnos si vamos en el rumbo correcto en todo momento (¿quieres leer el artículo «Reflexión es hábito de vida»?)

Las preocupaciones nos vienen por:

a.- Una novedad que te inquieta porque te saca de tu zona de confort, esa zona conocida y familiar donde ya tenemos la vida hecha y que podemos permanecer en ella durante meses. Que en nuestra casa se salga la lavadora nos puede producir un «grave» problema a salvar

El doctor psiquiatra Hannibal Lecter nos enseñaba «Empezamos a codiciar lo que vemos cada día». Cierto. También nos preocupa lo que nos hace salir de la normalidad aunque sea un pequeñez como que el niño se ponga malo con fiebre.

b.- El miedo. Hay personas que están empezando a sentir miedo por todo. Ayer escuché en el noticiario que ya está siendo un problema en la educación de los niños la sobreprotección de los padres al «detectar»  fuentes de peligro donde no las hay.(Vídeo de @antena3com: Sobreproteger a los hijos puede provocarles problemas psicológicos)

Estamos programados para sentir miedo en situaciones reales de peligro, el problema es que ahora sentimos miedo irracional ante situaciones que no nos va a ocasionar ningún peligro real y nuestra mente actúa en consecuencia para protegernos con estrés y ansiedad.(¿Quieres leer el artículo «¿Eres capaz de reconocer tu estrés?«)

Estas preocupaciones desaparecerán cuando nos acostumbramos a ellas.

Aparece en «Inteligencia Emocional», de Daniel Goleman, la investigación que nuestra inteligencia se bloquea cuando sentimos miedo.

Con esto no quiero decir que haya miedos que nos provoquen preocupacionesmiedo innecesarias pero reflexiona de cuantas cosas nos preocupamos sin que sucedan, de cuantas cosas tenemos miedo y ya una vez pasadas hemos comprobado que no eran para tanto y que era inútil el tiempo dedicado a esta preocupación. Se trata de ese tipo de miedo del que la posibilidad de que se de escapa de nuestro control y en ocasiones, con poca probabilidad de que suceda: os parece un miedo «racional» preocuparse por que te muerda un tiburón o que se caiga tu tejado por el peso de la nieve. ¿No os parece poco probable que suceda?. Puedo entender el miedo a realizar una presentación ante tu cliente y jefe pero, ¿sentir miedo porque el portátil explote precisamente el día de la presentación?. Poco probable, ¿verdad?

Os estoy hablando de ese miedo del cual el que suceda (o no) escapa de nuestrasascensor acciones: que el avión se estrelle, que estando en un país extranjero empiece una huelga de pilotos y te quedes «tirado» en el aeropuerto, que un familiar tenga un grave problema de salud, etc. Si el problema no depende de nuestro control entonces ¿para qué preocuparse?. Adquirimos este hábito de «amargarnos la vida» pensando que sucederán cosas poco probables o que escapan a nuestro control.

Luego tenemos la preocupación aplazada (procrastinada). Se trata de aquella preocupación que tenemos vagando por días en nuestra mente pero que nunca tratamos de realizar ninguna acción como si el no tratar el problema, éste fuera a solucionarse solo. Se trata de la estrategia del avestruz de esconder la cabeza para no ver el problema y que este no nos asalte a nosotros. Porque en este caso sí tienes control sobre la situación y el no hacer algo para resolverlo sólo es no tachar de tu mente el problema con lo que inevitablemente continuarás preocupado.

Resumen,

  1. Si ya de por sí estamos preocupados con las cosas que nos suceden todos los días, aumentamos el número de preocupaciones con asuntos que escapan de nuestro control el interceder para resolverlos. Debemos deshacernos de preocupaciones (muchas veces supuestas preocupaciones).
  2. Reflexiona de cuantas cosas nos preocupamos sin que sucedan, de cuantas cosas tenemos miedo y ya una vez pasadas hemos comprobado que no eran para tanto y que era inútil el tiempo dedicada a esta preocupación.
  3. La mente tiene una capacidad que ante situaciones desconocidas siempre se pone en la peor de las situaciones.

La práctica de la reflexión y el hábito entrenable de no preocuparse innecesariamente nos hará conseguir una mente más ordenada al estar libre de usarla en procesos secundarios que mantienen nuestra mente ocupada. ¿No aspiramos a mantener la mente calmada como el agua? Reflexión y Despreocupación nos ayudará a conseguirlo.

[photo credit: Landahlauts Antífama via photopin cc]

Reflexión es hábito de vida.

     "Pausa"      El aplicar Productividad Personal a mi vida me ha dotado de dos hábitos que todos tenemos aunque muchos hayamos olvidado: la capacidad de reflexionar y de no preocuparse innecesariamente.

    En la mayoría de ocasiones consigo conocer qué tareas tengo inmediatamente pendientes por hacer porque las tengo registradas en mi sistema. Esto me permite disfrutar del momento, puedo estar en mi cafetería preferida con dos buenos amigos y gozándolo:

  • Se que por espacio de dos horas voy a estar completamente dedicado a ellos porque las tareas que tengo pendientes por hacer ya las tengo delimitadas cuando las voy a hacer. Ahora me abandono a disfrutar.
  • Por ese espacio de dos horas soy la persona más libre haciendo realmente una única tarea.
  • Estoy donde quiero estar y haciendo lo que quiero sin evadirse mi mente hacia el trabajo que tengo pendiente para mañana o si tengo tomates en la nevera.

Esto lo puedo hacer porque previamente he hecho reflexión al planificar mi día o semana.Reflexionar Sería tonto tener que preocuparme por si tengo que finalizar un informe o realizar una llamada pendiente si en ese momento (en ese preciso momento de dos horas) no puedo hacer nada. Estoy DESpreocupado: actitud que no siempre consigo al no tener la mente en calma por pensar en mil y una cosas que tendría que hacer.

     Es importante el uso de la reflexión cuando practicas productividad.

     Yo me la he dividido en dos parcelas: de pecho para afuera y de pecho para adentro  o lo que es lo mismo:

  • Reflexión externa: es aquella que no haces las cosas sin control; que no haces las tareas porque te han encomendado hacerlas sino que sabes cual es el objetivo de tenerla finalizado y tú mismo te programas el tiempo que vas a estar con ella.
  • Reflexión interior: Reflexión hacia dentro para cuestionar con tu mejor amigo (contigo mismo) si crees que lo estás haciendo bien y si no hay otra manera mejor de efectuarlo; de optimizar tus labores.

Reflexión externa

La gente cambia con el tiempo y yo, como gente que soy, no soy ninguna excepción.

Hay teorías que opinan que no es bueno echar la vista atrás porque sigues poniendo tu atención en vivir en el pasado y, como almacenar recuerdo en una estantería, te lastran en la vida; esto es, supone un peso que no te permite avanzar hacia adelante, hacia convertirte en la persona que quieres ser. Cuando conocí el término de Gestión del Tiempo me gustó porque me daba un tiempo “extra” para dedicarlo a lo que me producía placer. Cada uno disfruta no solo cuando puede sino también cuando quiere. Yo en ocasiones echo la vista atrás para comprobar cómo he evolucionado comparándome con quien yo era hace 10 años. Es una sensación agradable ver el camino recorrido y comprobar que no todo lo has hecho mal. Saber qué lecciones has aprendido en este tiempo.

Reflexión interior

Es aquel tiempo de reflexión que empleo en cuestionarme cómo lo estoy haciendo no sólo con las tareas encomendadas que me he encomendado, a las que me he comprometido, sino en

  • conocer si honestamente estoy empleando bien mi tiempo en hacer las cosas que yo quiero hacer y no en cumplir satisfacer a otros,
  • si no estoy descuidando a gente muy cercana a mí por no disponer de tiempo y por tanto no prestándoles atención,
  • si estoy cumpliendo con los planes que tengo trazados para mí (ver cual es el rumbo del barco donde me encuentro).

Psicológicamente es más fácil y cómodo no hacer ninguna reflexión para evitar el tener que reunirse con uno mismo y mirarse cara a cara tus virtudes y sin duda tus defectos aumentados. Yo se de personas (yo mismo también lo he hecho) que hacía en el día mil cosas distintas para tener la mente ocupada y no quedarse a solas con tiempo libre para evitar pensar y no tener que darme cuenta que no estaba llevando una vida que me gustara.

Es la táctica del avestruz de enterrar la cabeza en la arena y pretender que los problemas no existen, que si no los atacas los problemas desaparecerán solos.

La reflexión te permite tomar altura para cuestionar si el mapa de ruta trazado lo estás verdaderamente siguiendo y en caso que sea que no, desandar el camino para volver a elegir el camino correcto.

                                                         ———- o O o ———-

 

La próxima semana hablaré de la despreocupación. Mientras tanto, reflexiona de cuantas cosas nos preocupamos sin que sucedan, de cuantas cosas tenemos miedo y ya una vez pasadas hemos comprobado que no eran para tanto y que era inutil el tiempo dedicada a esta preocupación.

Buena semana. Disfrutadla y aprovechadla. Sea buena o mala, nunca va a volverse a dar.

[photo credit: ZEMOS 98 via photopin cc]

¿Qué pesa más: Energía o Motivación?

    Cuando estamos haciendo una tarea y notamos que a pesar del esfuerzo nos está costando sacar la tarea adelante, le echamos la culpa a que estamos faltos de energía cuando en ocasiones el problema es que no estamos motivados hacia esa tarea o nos desagrada hacerla.

      Solemos confundir en ocasiones lo que es energía y lo que es motivación.

− Energía.

    De los cuatro tipos de energías que tenemos: espiritual, física, emocional e intelectual son la energía física e intelectual las que en mayor medida hacen resentir nuestra productividad.

    Estas energías se recuperan cuidando de tu cuerpo mediante una buena alimentación, descanso y sueño.

No subestimemos ninguna de estas tres capacidades:

Alimentación.  Es la gasolina real de tu cuerpo. ¿De donde te crees que saca tu sistema el repuesto de hidratos, grasas, proteínas? Del combustible que le entra mediante la alimentación. Haz la prueba de comer 5 raciones al día y beber continuamente agua. Debes notar cómo te estás recargando de energía y desaparecen dolencias como dolor de cabeza, vista cansada o problemas estomacales.

Descanso. Sólo el gesto de dejar temporalmente aparcada la tarea con la que estás y poner tu atención en otra cosa, hace que el procesador de tu mente baje de revoluciones y sea capaz de atacar de nuevo la actividad con posterioridad. Si este pequeño descanso te hace bien, imagínate la cantidad de bien que te hace sólo el levantarte de tu escritorio y mirar por la ventana o dar un pequeño paseo.

Sueño. El más importante de los tres. El descanso nos hace recargar las pilas y el sueño, además de descanso, nos hace reseteo de la memoria temporal. El dormir bien realiza una función básica en nuestro organismo:

  • Elimina de nuestro cerebro la información no útil. Lo echamos a una papelera temporal, a un buffer, como información no útil. El sueño es reparador.
  • Aprendemos lo que recordamos todos los días y sólo recordamos a corto plazo lo que tenemos en este buffer, en esta memoria temporal: te acordaras de cosas que hiciste hace dos días pero no hace un mes.  El sueño es el encargado de eliminar esa información temporal que no vas a usar a corto plazo. 

Esta es la base del GTD: el cerebro es bueno para pensar y para recopilar cosas pero para recordar (el archivado) no funciona tan bien.

Además, tenemos la siguiente ley:

 “Después de cierto número de horas, la productividad del tiempo decrece primero y se hace negativa después». – Ley de Illich.

Esto es, para evitar una mala productividad:
– Hay que hacer descansos periódicos cuando estamos excesivo tiempo dedicado a una tarea, y
– Deja para otro momento el hacer esta actividad que te está dando rendimiento tan malo. Procrastinar no siempre es tan malo:  con todo esto de exigir siempre productividad máxima, de no dejar las tareas planificadas de hoy para otro día, nos olvidamos que en muchas ocasiones es mejor dejar el trabajo que estamos haciendo para otro momento en el que nuestra energía sea mayor.  Debemos procrastinar cuando el rendimiento (los resultados en la misma unidad de tiempo) no es bueno. Yo en ocasiones me he forzado a continuar con un trabajo “un rato más” cuando la calidad de lo que estaba haciendo no era la conseguida. Eso me ha obligado a retomar esta actividad en otro momento e invertir de nuevo tiempo en deshacer/repasar el trabajo que no me gustaba “porque no tenía la calidad que yo le quería dar” (esto no es perfeccionismo, es excelencia = conseguir el mejor resultado, la calidad máxima).

− Motivación.

«El placer proviene de lo que está fuera de nosotros. La felicidad, viene de nuestro interior» – Robin S. Sharma

      Pues la motivación también viene de fuera de nosotros: bajo las mismas condiciones lo que motiva a otros no es lo mismo que lo que nos motiva a nosotros.

     El problema de la motivación es que no estamos igual de motivados todos los días. Cualquier proyecto personal en el que nos hayamos embarcado con la mayor de las ilusiones, con la motivación al máximo,  es posible que a lo largo de los días vaya haciéndose menos importante para nosotros y por tanto lo vayamos abandonando. Es el típico ejemplo de los objetivos de nuevo año (comer más sano, hacer más deporte, estar más con la familia,….) o los objetivos del verano antes de las vacaciones (dejar de fumar, leer más,…..). ¿Por qué perdemos la motivación? En mi opinión por el grado de compromiso personal que hayamos adquirido con esta actividad: lo que nos parecía importante hace unos meses, al no estar comprometidos con nosotros mismos, no hemos hecho ninguna acción ni cogido un hábito que nos haga alcanzar esa meta y terminamos abandonando.

    Si te comprometes con una actividad, si te visualizas cuando la actividad esté terminada, te imaginas mentalmente “cómo” te vas a sentir y lo que vas a conseguir cuando lo consigas, tu motivación nunca disminuirá.

    De todas formas cuando has decidido que una tarea tiene que hacerse, la debes de hacer: el hablar de fuerza de voluntad o el “es que yo soy así y no puedo cambiar”, es falso. Cuando tienes que hacer algo, y aún dispones de energía, debes hacer uso de ella para ponerte con ello. Sin excusas. Te toca «comerte ese sapo” y lo mejor es hacer la actividad y terminarla y si puede ser con una sonrisa, con buen ánimo, pues mejor. Cuando antes empieces con esa actividad “desagradable”, antes terminarás y sentirás el orgullo de que eres más fuerte de lo que piensas.

 MotivacionvsEnergia1

Sin Energía / Sin Motivación –  Descansa o haz otra cosa.

Sin Energía / Con Motivación – Puedes hacerlo. Sólo un poco más de esfuerzo.

Con Energía / Sin Motivación – Fastidiaté pero toca hacerlo. Ánimo y adelante.

Con Energía / Con Motivación – ¡Eres Imparable!.

                           – – – o O o – – –  §  – – – o O o – – –

Conclusión,

Cuídate y tendrás energía tanto física como intelectual.

Ten clara la meta que quieres conseguir y el camino que tienes que seguir para conseguir tus objetivos y la motivación la tendrás siempre contigo. No es fácil pero esto también es entrenamiento. Cada día que entrenes lo harás mejor.

Objetivos: ¿Eres un hombre o un ratón?.

Quino-105_5247

En la vida, estamos continuamente tomando decisiones.

Muchas de estas decisiones las hacemos de forma automática sin apenas darnos cuenta: si decidimos desayunar por la mañana o no, si  vamos al trabajo en coche o en bus, si se almuerza fuera de la oficina o se come de tartera,……

Leemos y conducimos de forma automática sin necesidad de pensar en cada una de las subactividades que conlleva.

No necesitamos de ningún método para decidir qué hacemos: somos nosotros mismos quienes lo decidimos en el momento.

Entonces, ¿por qué somos tan reacios a tomar decisiones con nuestra vida?

Los propósitos que la gente se pone al comenzar el año (muchas veces los mismos, un año tras otro) se olvidan al cabo de semanas. ¿Por pereza?, sinceramente, creo que pocas veces sea la pereza. Es porque nos falta motivación o fuerza de voluntad. Porque no estamos comprometidos con el objetivo o porque al cabo del tiempo se ha reflexionado y hemos cambiado de idea abandonando el objetivo.

¿Qué necesitas para adquirir un nuevo hábito y conseguir tu objetivo?

  • DECIDE – Reflexiona sobre qué nuevas tareas deseas adquirir (qué nuevos hábitos, qué deseas cambiar de tu comportamiento,…)  y solamente escoge de entre ellas a dos únicamente. También es importante que tu objetivo sea personal o que el conseguirlo a ti  te aporte algún beneficio. No te comprometas a perder kilos sólo porque es lo que la gente de tu alrededor desea sino porque es lo que TÚ quieres. ¿Siempre has deseado hacer teatro o aprender a tocar el saxofón?. ¿Y ya has decidido cuando lo vas a hacer?.  Si estas cosas nunca te las marcas como objetivos, sólo quedaran en eso, en sueños, en algo etéreo.
  • FOCALIZATE – Escogidos los pocos objetivos que quieres conseguir, oblígate a hacerlos durante un mes. Sin excusas. Fíjate un objetivo. Olvídate (por el momento) de realizar planes mas allá de un mes. Concéntrate (COMPROMETETE) en tu objetivo por el plazo de un mes (CONSTANCIA). Ten bien claro cual es tu foco y no lamentes desandar lo andado si te has apartado del rumbo inicial. Rectifica el rumbo cuando lo veas necesario porque a donde te quieres dirigir es hacia los objetivos donde tienes puesto el ojo.
  • REFLEXIONA – Al terminar el mes, vuelves a plantearte si sigues con este objetivo (a lo mejor piensas que es mucho trabajo para la recompensa que vas a tener,  o te has fijado un nuevo objetivo para ti más importante). Si has dedicado tiempo a un objetivo que tenías definido no es tiempo perdido.
  • OBJETIVOS BIEN DEFINIDOS – Sé Específico. No fijes objetivos vagos. Fija objetivos concretos y bien delimitados. No te fijes algo tan amplio como “Hacer más deporte” sino en algo como “Salir a correr 2 días a la semana y aguantar de seguido 10 minutos. Si no aguanto corriendo los 10 minutos de seguido, caminaré lo más rápido que me permita mi respiración pero nunca abandonaré hasta haber completado los 10 minutos del día” . Lo más difícil es ponerse las zapatillas (EMPEZAR) para comenzar a correr.
  • REALISTAS – Sé realista. No te impongas como objetivos “Conseguir la paz mundial o Erradicar el hambre en el planeta”. Sabes bien, que todo proyecto grande se puede realizar siempre que lo dividas en proyectos mas pequeños. La paz mundial la puedes conseguir si empiezas por ti y contagias ese virus a otros interesados. Tampoco eres realista si de sopetón te marcas muchos nuevos objetivos cuando ni dispones del tiempo ni de la vitalidad para encomendarte a ellos.
  • Y POR ESCRITO – Deja los objetivos plasmados por escrito. Ahora que estás convencido que vas a realizar este nuevo hábito, que estás en lo alto de la motivación,  deja por escrito lo que quieres conseguir. Te servirá muchísimo releerlo cuando notes que tu voluntad flaquea. Te recuerdo que te está prohibido abandonar la actividad por un mes.

Para cumplir cualquier propósito, objetivo, necesitas de :

CCF

  • COMPROMISO: ¿Qué es realmente lo que deseas?. Si lo quieres, lo vas a hacer. Objetivos-imagesEres capaz de hacer una tarea, al menos, durante un mes. Hazla durante un mes y después ya decide si continúas con ella. Es una forma de conocerte a ti mismo y a los límites que te impones.
  • CONSTANCIA: Trabaja, descansa, disfruta.. y vuelta a empezar pero no abandones MafaldaConstante-descargael objetivo que te has propuesto. Sería tirar la toalla y convencerte (falsamente) que no eres capaz de conseguir ni éste ni ningún otro.
  • FLEXIBILIDAD: No  todos los días trabajarás igual de bien. Tenemos que aspirar a Verdura-imagesser benévolos con otros y por tanto también con nosotros mismos. ¿Que tu cuerpo pide echarte todo tu ser en el sofá?, ¿se lo merece?, adelante, tírate en plancha a regodearte y retozar en el sofá. No pasa nada si algún día no te sale la totalidad del trabajo que tenías planeado o no te pones las zapatillas para salir a correr. Sé comprensivo contigo mismo. Incluso Superman hace de humano la mayoría de las veces……

Nadie ha dicho que sea fácil esforzarse por unos objetivos, por una meta, pero si lo quieres, realmente lo vas a lograr, te demostrarás que puedes con esto y con más. Visualiza desde ya lo bien que te vas a sentir cuando los consigas: te dará fuerzas para continuar cuando tu objetivos flaqueen.

Acabo: te has comprometido a hacer uno o dos objetivos por el plazo (sólo) de un mes. Habrás empezado muy motivado y con la felicidad de ir cada día cumpliéndolos, habrá días que por algún motivo no hayas podido trabajar en ellos pero lo has retomado al día siguiente y no los has abandonado como hacías antes. Cuando termine el mes (otros dicen 100 días) recapacitarás si por lo que has estado peleando de verdad te merece la pena (a lo mejor al cabo del mes, has dejado de estar tan interesado en «fumar menos» o «en ser más productivo») y decidirás si continuar con éste objetivo o escoger uno nuevo. ¡Lo poderoso que te sentirás cuando veas que ese objetivo que, en principio, tanto te costaba lo tienes ya casi conseguido!; pensarás «¿Quien me impide hacer cualquier otra cosa?».

(Y gracias a Quino por ser filósofo, trabajador y darnos una vida mejor)

Motivación Fish!.

Cita

Hay algo que yo se de ti que quizá tú no sepas de ti mismo. Dentro de ti, tienes mas recursos de energía del los que nunca has utilizado, mas talento del que nunca has aprovechado, mas fuerza de la que nunca has puesto a prueba, y mas que dar de lo que nunca has dado.

– Fish ! (Motivación). Escrito por John Christensen, Stephen Lundin, Harry Paul.